LETANÍA DE LOS BEATOS FRANCISCO Y JACINTA

Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.

Nuestra Señora del Rosario de Fátima, rogad por nosotros.
Nuestra Señora de los Dolores, rogad por nosotros.
Nuestra Señora del Carmen, rogad por nosotros.
Virgen de los Pastorcitos, rogad por nosotros. 
Beato Francisco Marto, rogad por nosotros.
Beata Jacinta Marto, rogad por nosotros.
Niños llamados por Jesucristo, rogad por nosotros.
Niños llamados a contemplar a Dios en el Cielo, rogad por nosotros.
Pequeños a quien el Padre revela los misterios del Reino, rogad por nosotros.
Pequeños privilegiados del Padre, rogad por nosotros.
Alabanza perfecta de las maravillas de Dios, rogad por nosotros.
Imágenes del abandono filial, como niños en el colo de la madre, rogad por nosotros.
Víctimas de reparación en beneficio del Cuerpo de Cristo, rogad por nosotros.
Confidentes del Ángel de la Paz, rogad por nosotros.
Custodios, como el Ángel de la Patria, rogad por nosotros.
Adoradores como el Ángel de la Eucaristía, rogad por nosotros.
Videntes de la Mujer revestida con el Sol, rogad por nosotros.
Videntes de la Luz que es Dios, rogad por nosotros.
Hijos predilectos de la Virgen Madre, rogad por nosotros.
Oídos atentos a la solicitud materna de la Virgen María, rogad por nosotros.
Abogados del Mensaje de la Señora más brillante que el Sol, rogad por nosotros.
Mensajeros de la palabra de la Madre de Dios, rogad por nosotros.
Profetas del triunfo del Corazón Inmaculado de María, rogad por nosotros.
Cumplidores de los designios del Altísimo, rogad por nosotros.
Fieles depositarios del Mensaje, rogad por nosotros.
Emisarios de la Señora del Rosario, rogad por nosotros.
Misioneros de los pedidos de María, rogad por nosotros.
Portadores de las llamadas del Cielo, rogad por nosotros.
Celadores del Vicario de Cristo, rogad por nosotros.
Confesores de la vida heroica en la verdad, rogad por nosotros.
Consoladores de Jesucristo, rogad por nosotros.
Ejemplos de la caridad cristiana, rogad por nosotros.
Siervos de los enfermos y de los pobres, rogad por nosotros.
Reparadores de las ofensas de los pecadores, rogad por nosotros.
Amigos de los hombres al lado del trono de la Virgen María, rogad por nosotros.
Lirios de inocencia a exhalar santidad, rogad por nosotros.
Perlas brillantes resplandeciendo beatitud, rogad por nosotros.
Serafines de amor a los pies del Señor, rogad por nosotros.
Oblaciones a Dios para soportar los sufrimientos en acto de reparación, rogad por nosotros.
Ejemplo admirable en el compartir con los pobres, rogad por nosotros.
Ejemplo incansable en el sacrificio por la conversión de los pecadores, rogad por nosotros.
Ejemplo de fortaleza en los tiempos de la adversidad, rogad por nosotros.
Enamorados de Dios en Jesús, rogad por nosotros.
Pastorcitos que nos guiáis al Cordero, rogad por nosotros.
Discípulos de la escuela de María, rogad por nosotros.
Intercomunicadores de la humanidad, rogad por nosotros.
Frutos del árbol de la santidad, rogad por nosotros.
Don para la Iglesia Universal, rogad por nosotros.
Señal divina para el Pueblo de Dios, rogad por nosotros.
Testimonios de la gracia divina, rogad por nosotros.
Estímulo a la vivencia del bautismo, rogad por nosotros.
Experiencia de la presencia amorosa de Dios, rogad por nosotros.
Elocuentes en la intimidad de Dios, rogad por nosotros.
Intercesores, al lado de Dios, por los pecadores, rogad por nosotros.
Constructores de la Civilización del Amor y de la Paz, rogad por nosotros.
Lámparas que iluminan la humanidad, rogad por nosotros.
Luces amigas que iluminan las multitudes, rogad por nosotros.
Luceros que resplandecen en el camino de la humanidad, rogad por nosotros.
Llamas ardientes en las horas sombrías e inquietas, rogad por nosotros.
Candiles que Dios encendió, rogad por nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos. 
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Oración conclusiva
Dios de infinita bondad,
que amáis la inocencia y exaltáis a los humildes,
concédenos, por intercesión de la Inmaculada Madre de vuestro Hijo,
que, a imitación de los bienaventurados Francisco y Jacinta,
Os sirvamos en la simplicidad de corazón
para poder entrar en el reino de los Cielos.
Por Nuestro Señor Jesucristo, vuestro Hijo,
que es Dios con vosotros en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

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